Cuando se opera el frenillo lingual

¿Cuándo se opera el frenillo lingual en niños?

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El frenillo lingual es un tejido que todos tenemos en la boca. Se trata de la piel que conecta la lengua con el paladar y su misión es “frenar” el movimiento de la lengua y unirla al resto de la cavidad. Nos ayuda a comer y tragar alimentos, a pronunciar las palabras correctamente y a mantener ese equilibrio de las funciones de la boca.

 

El frenillo lingual se forma durante la gestación y, en las primeras etapas de la vida del niño, es corto y fino. Este tejido se desarrolla conforme crece y lo ejercita, pero en el caso de que esto no suceda se denomina anquiloglosia lingual o frenillo lingual corto.

¿Cómo afecta el frenillo lingual corto al desarrollo del niño?

La anquiloglosia lingual no solo afecta en la movilidad de la lengua del niño, sino que también puede tener repercusiones en su salud en general. Durante los primeros meses de vida, puede interferir con la lactancia materna, lo que puede afectar a su nutrición y generar problemas para aumentar de peso.

 

A medida que el niño crece, pueden surgir otras dificultades en el desarrollo del lenguaje, ya que la falta de movilidad adecuada de la lengua limita la capacidad de pronunciar ciertos sonidos. 

Consecuencias del frenillo lingual corto

El frenillo lingual corto es una condición que debe tratarse en el dentista. En Pequeciro somos expertos en odontología infantil, y entendemos la importancia de detectar y tratar el frenillo lingual corto a tiempo para evitar posibles complicaciones. Algunas de las consecuencias que puede provocar en los niños son las siguientes:

Alimentación

En el caso de los bebés, el frenillo lingual corto dificulta que succionen la leche. Por tanto, no podrán alimentarse con normalidad y presentarán problemas de crecimiento y digestión. Este frenillo lingual también afecta a niños mayores, impidiéndoles masticar y tragar correctamente los alimentos.

Oclusión

Los movimientos linguales “abren” el paladar de los niños, que empieza siendo estrecho y abovedado. Si el frenillo lingual es corto y dificulta estas acciones, la estructura facial no crecerá correctamente y surgirán problemas de oclusión.

Respiración

Una estructura maxilofacial anómala provocará que los bebés respiren por la boca en lugar de por la nariz. Por tanto, serán más proclives a padecer alergias, rinitis o infecciones de las vías respiratorias como bronquitis o neumonía.

Dificultades en el habla

El frenillo lingual corto suele afectar a aquellos fonemas que se producen colocando la lengua en el cielo del paladar (“erre”, “ese”, “de” o “te”, por ejemplo).

Dificultad en la succión de la leche materna

En el caso de los bebés, el frenillo lingual corto no les permite alimentarse bien, generando problemas digestivos, e incluso de crecimiento. Por otro lado, en los niños más mayores, les dificulta masticar y tragar los alimentos.

¿Cómo se trata el frenillo lingual corto?

El tratamiento para el frenillo lingual corto dependerá de la gravedad de cada caso. Es indispensable acudir a la consulta de su odontopediatra para que dictamine cuál será el proceso a seguir, ya que si es leve únicamente se necesitará acudir a un logopeda. Este les dará a tus hijos unos ejercicios que conseguirán suplir la falta de movilidad de la lengua.

 

En los casos más graves será necesaria una cirugía muy sencilla, realizada con anestesia local, que se conoce como frenectomía lingual. Aun así, es indispensable que tras esta intervención se acuda a revisiones para comprobar que la cicatrización es correcta y que no existe ningún tipo de inflamación.

 

Esta cirugía acompañada de la acción de un logopeda, a lo largo del postoperatorio, ayudará a que los niños obtengan una movilidad normal y se eviten todas las consecuencias anteriormente mencionadas.

Recuperación tras la frenectomía lingual

Tras la cirugía del frenillo lingual corto (frenectomía), es importante seguir con el pequeño ciertas recomendaciones para asegurarle una recuperación adecuada y prevenir complicaciones. Desde Pequeciro os dejamos algunas de las más comunes:

  • Mantén la herida limpia de tu hijo con enjuagues suaves de agua y sal a partir del segundo día.
  • Usa analgésicos recomendados por el médico y aplica hielo en el área externa de la boca del niño para reducir la hinchazón.
  • Dale a tu hijo una dieta blanda y equilibrada.
  • Practica con tu pequeño los ejercicios indicados por el logopeda.
  • No te olvides de acudir con el niño a las visitas periódicas con el médico.
  • Evitar hábitos perjudiciales para la cicatrización.
  • La mejora del habla y la alimentación del niño puede tomar tiempo, por lo que es importante seguir las indicaciones del especialista.

 

En Pequeciro somos expertos en odontología infantil en Madrid. ¿Crees que tu hijo necesita una cirugía del frenillo lingual? Confía en nuestros profesionales y acude a nuestra clínica para valorar el caso de tu hijo.

 

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