
Los niños adoran los refrescos. Ya sea por su sabor dulce o por su frescura, son una de las peticiones más comunes para tomar junto a la comida o la merienda. Pero, ¿sabías que una lata de refresco de 330 mililitros contiene el equivalente a 6 cucharillas de azúcar? ¡Es una bomba para su salud bucodental!
Las autoridades sanitarias alertan desde hace años de los peligros de estas apetecibles bebidas, pero su consumo sigue yendo en aumento. Esto provoca, entre otros problemas, la aparición de las caries en las bocas de los más pequeños.
Desde Pequeciro queremos concienciar a los padres y madres de la importancia de que se controlen este tipo de hábitos. Por ello, os hablamos a continuación sobre los refrescos y su relación con las caries.
¿Por qué los refrescos son tan malos para los dientes de tus hijos?
Las bebidas gaseosas contienen carbohidratos, que se terminan transformando en ácidos. Estos disminuyen el pH de la boca de los niños, provocando que la placa se acumule en la boca de los más pequeños y afectando a su salud bucodental de diversas maneras. Una de estas es la caries, que viene provocada por estos ácidos y las grandes cantidades de azúcares que contienen este tipo de bebidas.
La caries puede parecer un problema menor por la frecuencia con la que suele aparecer, pero tiene graves consecuencias si se deja sin tratar. En los casos más extremos, puede llegar a provocar que el diente se pierda, lo que es igual de grave sea una pieza provisional o definitiva.
¿Qué podemos hacer para evitar el daño de los refrescos?
La respuesta más sencilla y lógica es dejar de consumir en exceso estas bebidas, pero si a tus hijos les gustan mucho, te damos algunos consejos para minimizar los daños que puedan causarles.
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- Enjuagarse la boca con agua tras beber el refresco y esperar media hora para lavarse los dientes. ¡Es importante no hacerlo justo después de tomar la bebida, ya que el esmalte está debilitado por los ácidos y el daño puede ser mayor!
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- Tomarlas con pajita minimiza el impacto de los ácidos y azúcares, ya que el refresco no entra en contacto con las piezas dentales.
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- ¡Cuidado! Las bebidas “sin azúcares” siguen teniendo ácidos que pueden perjudicar el esmalte y favorecer la aparición de caries.
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- Sustituye los refrescos por otras bebidas, como el zumo de fruta natural. Tiene menos azúcar y ácido, por lo que será más complicado que aparezcan las caries. Además, ¡son mucho más sanas para su salud general!
Ante todo, es importante saber cómo inculcar buenos hábitos de higiene dental en los niños, ya que así se contrarrestan los daños que puedan causar este tipo de bebidas e impedirán todo tipo de problemas bucodentales.
Si tus hijos necesitan una revisión dental para evitar la apariencia de caries, no dudes en contactarnos. ¡Estamos en el barrio de Salamanca (Madrid)!